EUGENIO GARCÍA, DIRECTOR CREATIVO DE LA EXPO MILÁN, CUENTA CÓMO VENDE LA MARCA “CHILE”

El cerebro de la campaña del “No” analiza, además, la impronta de “Nueva Mayoría”, “Pituca sin lucas” y “Onur”.

Por Catalina Cabello

Eugenio García responde rápido. En su oficina de Vitacura -que tiene un tejido de tubos fluorescentes iluminando el techo- conversa relajado.

El publicista -director creativo de la campaña del “No”- es algo así como el “compositor” de la imagen de Chile en el exterior. Fue el cerebro de la Expo Sevilla 92 y la de Shangai 2010.

Además de “La alegría ya viene”, hizo la campaña de Ricardo Lagos en segunda vuelta. También fue director de programación de TVN entre 2002 y 2003. El actor Gabriel García Bernal lo interpretó en la película “No”. Al mencionarle el episodio, García prefiere cambiar de tema. “La vanidad no aporta. Pasé piola hasta que apareció la película”, afirma.

Estudió Filosofía, Arquitectura, Arte y fue alumno de Nicanor Parra, a quien le ayudó a recopilar material para “Sermones y prédicas del Cristo de Elqui”. Ahora, junto a su equipo, se hará cargo de la imagen de Chile en la Expo Milán 2015. El evento- que tendrá lugar del 1 de mayo al 31 de octubre de 2015- se centrará en la sostenibilidad global alimentaria. El pabellón costó USD 20 millones, tiene un despliegue de 2 mil m2 -a cargo del arquitecto Cristián Undurraga- y llevará el nombre de “El amor de Chile”, idea que nació de un poema de Raúl Zurita. “La poesía es nuestra mayor sofisticación como país y nos pareció que el acto de producir, procesar, cosechar alimentos es amoroso”.

-Muchos de los que producen alimentos viven en condiciones de pobreza.

-En Chile y el mundo hay controversia sobre el tema. Nosotros no decimos “Acá lo hacemos fantástico”; decimos que para que en un futuro el mundo se alimente de manera sostenible, tendrá que haber una ética de colaboración en cada uno de los eslabones de la producción.

-¿Cómo se vende la imagen Chile hoy?

-Si dices Uruguay, piensas en Mujica. Pero construir una imagen país es más bien una ilusión, porque se necesitan hechos. En lo que se refiere a Chile, se puede relacionar con un presidente o el conflicto con un vecino. Los mineros fueron un hito comunicacional. Hace un tiempo, el éxito económico era súper bien visto. Hoy no está claro que eso sea un plus para potenciar la imagen.

-Pero Chile suele apelar a eso.

-Chile se ha encargado de hacer muchas acciones en ese sentido, es un país que ha progresado y que tiene ciertos récords dentro de la región. Ese mensaje se ha ido emitiendo durante mucho tiempo.

 Se trata de instancias emocionales, no racionales. No hay que enfocarse en slogans o datos cuantificables de Chile, sino en la “experiencia” que ofrece el país.

“OBVIO QUE LLEGÓ LA ALEGRÍA”

-¿Qué atributos se relacionan con la marca “Nueva Mayoría”?

-Es distinta a la Concertación, no sé si mejor, pero distinta. Tiene la gracia de que se instaló como marca nueva. La Alianza no lo logró. Se pelearon con la marca antigua y no sé si se pueda hacer política de forma muy exitosa cuando uno se pelea con su historia.

-¿Cuántas veces le han preguntado si la alegría llegó?

-Me enojo cuando me preguntan eso. Es un mal chiste. Hay que haber estado viviendo con Pinochet esos años y vivir lo que vivimos. Obvio que llegó y mucha. La campaña nunca prometió que íbamos a ser un paraíso terrenal. Prometíamos que se iba a ir este señor y se fue.

– ¿La “marca” Michelle Bachelet sigue tan potente afuera?

 No sé, creo que sí, pero también es relativo. La gente se interesa en cosas puntuales, que sea mujer ya no es novedad. En EE.UU. sería novedad. Sabes, Facebook es un buen parámetro para medir la temperatura.

 Hoy lo que más se pide es consecuencia moral, que no se manipule, que el diputado sea consecuente con lo que prometió, pero la política es negociación y la gente se da cuenta de los arreglines. Las grandes críticas de hoy son morales.

“LA TV ESTÁ ORDINARIA Y ANSIOSA”

-TVN está terminando uno de sus peores años. Noviembre fue fatal.

-Es complicado. El rating es un problema que sale de algo previo. El canal está, hace mucho tiempo, en conflictos internos. Hay muchas voces dentro del canal discutiendo lo que deberían o no ser. Pasó que otro canal hizo las cosas mejor.

-¿Cómo ve la TV abierta hoy?

-Ordinaria. Está muy superficial, muy gritona, muy ansiosa. Trata de vender a gritos. Pones los canales en la mañana y hay una gritadera que no puedes entender. Y usa medios gastados, como los realities.

-¿Por qué la “marca” Onur arrasó?

-Es que Onur es decente, correcto, bueno. No se tira encima de las pechugas de la señorita. No grita, no manipula. Es el antónimo de lo que ocurre en la TV chilena. Por eso es exitoso.

-¿Qué pasa en un país donde una Pituca sin lucas es fenómeno?

-Chile es un país de clase media por todas partes, no de pitucos. La pituca sin lucas es como traer a un gringo a vivir con nosotros: actúa distinto, tiene criterios distintos. Hay un choque que genera interés.

 DEL ICEBERG A LA FÉNIX

-En la Expo Sevilla 1992, García y compañía llevaron un Iceberg.

-En la Expo Shangai 2010 instalaron la cápsula Fénix 1, una de las máquinas creadas para el rescate de los 33 mineros de la mina San José.

-En Milán se montará una mesa escultural de Osvaldo Peña, que permitirá degustar sabores chilenos.

Fuente: La Segunda

EUGENIO GARCÍA REPASA LA PARTICIPACIÓN DE CHILE EN FERIAS INTERNACIONALES EN RADIO DUNA.

Este viernes Eugenio fue invitado a Hablemos en Off de Radio Duna para repasar la participación de Chile en las Ferias Internacionales.

Entre otros temas recordaron el Iceberg de Sevilla, el exitoso Pabellón de Shanghai y profundizaron en lo que será la participación de Chile en la venidera Expo Milán 2015, tres pabellones que han sido gestados por el El Otro Lado.

Escucha la entrevista completa acá.

¡GANAMOS EL CONCURSO PARA EL PABELLÓN DE CHILE EXPO MILÁN 2015!

En conjunto con Undurraga Devés y Riolab ganamos el “Concurso para el Pabellón de CHILE EXPO MILÁN 2015″.
La Noticia en La Segunda:

Así será nuestro pabellón en la Expo Milán… La vitrina con la que Chile espera volverse potencia alimentaria.

El diseño, contenido y relato del proyecto estará a cargo de un equipo encabezado por Cristián Undurraga junto a Eugenio García. El canciller Moreno fue claro en la meta: superar la presentación nacional en la Expo Shanghai 2010.

Un equipo multidisciplinario encabezado por el arquitecto Cristián Undurraga y por Eugenio García serán los encargados de sorprender al mundo con el desarrollo de la arquitectura, diseño y relato de la participación chilena en la Expo Milán 2015.
Entre 21 participantes, el equipo de Undurraga y García fue el elegido por un jurado de diez expertos dirigido por el arquitecto Yves Besançon, quien por encargo del comisionado general del proyecto Lorenzo Constans organizó el concurso.

La meta —dijo el canciller Alfredo Moreno al abrir la ceremonia de premiación— es clara: superar los comentados pabellones de Chile en la Expo Shanghai 2010 y Expo Sevilla 1992, recordada por haber trasladado un iceberg hasta España.

Cristián Undurraga está tranquilo ante el desafío: “Este es un equipo interdisciplinario donde participaron muchas personas, entre arquitectos e ingenieros, pero también está el tema del relato y contenido donde trabajamos con Eugenio García, quien estuvo a cargo del pabellón de Shanghai y de la Expo Sevilla, de manera que construimos un equipo muy completo”.

La Expo Milán 2015 tiene como lema “Alimentar el planeta, energía para la vida”, asunto que —según dicen sus organizadores— es una oportunidad para mostrar a Chile como potencia alimentaria. Según dijo el canciller Moreno, Chile en la actualidad está en el lugar número 16 entre los países exportadores de alimentos, y la meta es llegar al “top ten” antes que finalice la década.

Undurraga describe la propuesta chilena como un “proyecto muy potente, con una arquitectura sintética, un edificio de forma simple pero de estructura muy compleja, en madera laminada, y que adentro contiene un relato que va dando cuenta de Chile como potencia alimentaria”.

El pabellón, dice el arquitecto, se estructura como un recorrido por 5 momentos que se van sucediendo desde el acceso: El territorio, la gente, los frutos, el mundo y la mesa de Chile.

Concluye en la sala principal “donde 24 proyectores sincronizados proyectarán en el suelo y todos los muros distintas escena en movimiento. Así podremos estar dentro del mar de Chile acompañando a un bote de pescadores artesanales, o en una vendimia, o cosechando. Son muchas escenas que van dando cuenta de los distintos territorios y las distinta geografías de Chile como potencia alimentaria”, comenta Undurraga.

El arquitecto explica que se trata de “un proyecto muy urbano, que despeja el primer piso, con una gran mesa, la mesa de Chile, donde la gente podrá degustar productos chilenos”.

Fuente: La Segunda

SANODELUCAS.CL PREMIADO EN LOS PREMIOS QUÉVEO 2013

Reconocen a Banco Santander por promover valores.

Fundación QuéVeo, dedicada a la promoción de la responsabilidad en el uso de las tecnologías de la información, distinguió por segundo año consecutivo a Banco Santander. En la edición 2013 de los Premios QuéVeo, entregados el 23 de agosto pasado. Santander obtuvo tres reconocimientos, dos de ellos en la categoría Piezas Publicitarias / Spot Televisivo: el primero, con la campaña de postulación al 12° Premio Nacional Mujer Emprendedora Banefe Santander, por fomentar el emprendimiento en el país; y el segundo, con la campaña en beneficio de Techo, El otro partido de Chile, por incentivar una actitud reflexiva.

El tercer premio lo obtuvo en la categoría Sitios Web que fomentan la reflexión y promueven valores, con el sitio Sanodelucas.cl, portal de educación financiera de Banco Santander.

“Recibir este reconocimiento por segundo año consecutivo nos llena de orgullo y da cuenta del esfuerzo de Banco Santander por plasmar valores en sus campañas publicitarias con las que se identifiquen nuestros clientes y el público en general”, dijo Paulo Molina, gerente de Marketing de Banco Santander, tras recibir el premio.

Fuente: QuéVeo

EUGENIO GARCÍA: “EL DINERO ES MUY IMPORTANTE Y NO NOS ENSEÑAN NADA AL RESPECTO”

El publicista es el ideólogo de la campaña “Sano de Lucas” del Banco Santander. Dice que el paradigma está cambiando y que los bancos están recogiendo el malestar social e implementando políticas para entregar información clara y simple sobre los productos que venden.

A la hora de buscar soluciones rupturistas, @garciaelotro o más bien Eugenio García, se ha convertido en ícono. Es el publicista tras la campaña del No, ideólogo del iceberg en Sevilla, el gestor del pabellón de Chile en la ExpoShanghai y también es ahora el autor intelectual de “Sanodelucas”, la campaña con que el Banco Santander busca romper el molde y acercarse a sus clientes con una aproximación más empática. O, como dicen ellos, con la que quieren ponerse en los zapatos de sus usuarios.

¿Para qué es necesaria esta nueva actitud?

“Todo el mundo sabe muy poco de bancos y de cómo funcionan. Prácticamente nadie lee los términos del contrato de los productos y muchas veces los ejecutivos, por cumplir sus metas de ventas, presionan o venden entusiastamente los productos y la gente compra entusiastamente, sin darse mucha cuenta de qué es lo que significa. Como además sucede que en Chile el crédito es extremadamente fácil de adquirir y no sólo por el sector bancario, la gente no es capaz de dimensionar los compromisos que toma y termina en problemas. Y se culpa al sistema financiero de eso y en parte tienen razón. Por eso me involucro en esto. Nos pidieron que sacáramos adelante un proyecto de educación financiera y eso es lo que hicimos”.

¿Con lo que ha pasado, caso La Polar entre otros, las personas podrían tener más conciencia?

—Las personas están más conscientes sobre los riesgos y hay un malestar contra las instituciones financieras, pero hay poco hacerse cargo de la propia responsabilidad. Cuando las personas están muy agobiadas uno necesariamente empatiza con ellas. Pero también muchas veces se trata de desorden, de gente que no ha logrado ordenarse con sus propias promesas.

¿Y cuál es el objetivo de la campaña en ese sentido?

—Proporcionar herramientas para que la gente pueda ordenarse, para que entiendan de qué se tratan los productos que les venden y que tengan más claridad al momento de tomar las decisiones. Este es un sitio que va creciendo. Hoy tiene una cantidad de temas, pero la idea es que vaya creciendo.
Para ser un consumidor responsable en el ámbito financiero y según las recomendaciones del Sernac, se requiere manejar información bastante sofisticada.

¿Habrá posibilidad que esa parte del asunto sea más fácil?

—Eso es lo que uno detecta en todas las investigaciones. Pero en los créditos, en las cuentas corrientes, en las tarjetas de crédito, hay un contrato y por lo tanto interviene el lenguaje legal. Entonces, hay un problema que es muy difícil de superar, y es que entre la realidad del lenguaje que hablamos todos los días los chilenos y la letra de un contrato, hay un lenguaje legal. Entonces, hay que confiar en la buena fe y hay que tratar de implantar una ética empresarial hacia los clientes. Por una parte que no saquen partido de la situación privilegiada que tienen las instituciones financieras, y que los clientes se detengan un poco más y sean menos ansiosos al momento de querer tener los bienes de inmediato. Y los ejecutivos, no sólo las instituciones, tienen que ser más responsables con lo que venden.

Eso es cambiar el paradigma.

—Exactamente. Esta iniciativa del Santander es un cambio de paradigma. Muchas de las cosas que salen ahí, entre comillas van en contra del interés del banco de vender. Le dice a la gente que al momento de comprar tome precauciones. Es otra lógica. A veces sucede que las compañías son extremadamente ciegas cuando se trata de cumplir las metas.

Es un riesgo para esta industria no hacer nada al respecto.

—Por supuesto. Yo creo que esto es materia de colegio. Me parece que el dinero es muy importante en esta sociedad y no nos enseñan nada al respecto. Piensa que hay jóvenes en la universidad que están endeudados, porque les ofrecieron créditos de tiendas. Es extremadamente tentador pagar con algo abstracto como es una tarjeta de crédito y que eso te proporcione los bienes que quieres. Eso no es necesariamente responsabilidad de alguien. Es el sistema en el que estamos, que permite que esto ocurra. Pero la realidad es que las instituciones financieras no quieren tener morosos. Es mal negocio.

¿Lo es? Porque por el tema de los intereses y todo eso, da la impresión contraria.

—Claro, pero si finalmente no pagan, le encarecen el costo a todo el mundo. A los que pagan, porque las tasas van a crecer, van rechazarse muchos créditos por riesgo, etc. No es bueno que haya mucha morosidad. Además los costos de los juicios, los costos personales de la gente, es muy malo. Se ha producido un fenómeno muy curioso y es que como hay mucha gente en Dicom, ya estar en Dicom no es tan vergonzante.

En los estudios de los cuales ha hecho referencia, ¿cuáles son los principales hallazgos?

—Estas son las enfermedades de un sistema que es así y en el que todos participamos. Algunos son los que prestan el dinero, otros los que piden el dinero, otros, los que venden cosas para las que es necesario dinero. Está todo engarzado. Si paras esa máquina tendríamos que cambiar de sistema. Ahora, ¿qué detectas en los estudios? Primero que nada, que hay mucha gente agobiada. Que por seguir esto, hay algunos que se nublan totalmente y empiezan a comprar mucho más de lo que pueden y el crédito es una especie de droga, porque te da satisfacción inmediata. También se ve que la gente quiere pagar, es honesta. Hay otras personas que viven en una bicicleta y están con un gran estrés porque en cualquier momento se les desarma el castillo de naipes y entran en una espiral de no cumplimiento que, aparte de las consecuencias económicas, tiene enormes consecuencias personales y para toda la familia además. Es gente que vive estresada.

¿Esto le pasa a toda la población?

—A toda. Esto es un fenómeno transversal. Esto es una cosa de carácter, de forma de ser. El sistema le propone a cada uno, al que tiene más y al que tiene menos. Si mides tu éxito en la vida por las cosas que vas teniendo, con progreso material, eso significa pagar, pagar, pagar. Eso es lo que hemos elegido para vivir.

¿Hay una reflexión interna dentro de las instituciones financieras respecto a este tema?

—Sin duda. En las empresas con las que trabajamos, no he visto a ningún malvado que quiera endeudar a la gente y hacerla sentir agobiada por los productos que vende. Lo que pasa es que el sistema en que estamos metidos lleva a esto. Pero también he visto en Santander y Banefe, cambios culturales muy importantes en el sentido de incluso dejar de vender a clientes por darle una buena asesoría, como una empresa responsable. Entonces, que el banco lance esta iniciativa, que lo haga sin marca, gratuitamente, que ponga cosas ahí que van “contra su negocio”, revela que estas instituciones están preocupadas de que la cosa funcione y la cosa no puede funcionar en contra del cliente o a costa del cliente.

¿Y qué van a hacer para recuperar la confianza de las personas, porque ese es uno de los problemas actuales?

—Haciendo cosas como estas, no siempre barriendo pa’ dentro como se dice, también barriendo a favor del cliente. Muchas veces la relación comercial se ve desigual y no siempre es así. Si vas a otros países donde no hay crédito hipotecario por ejemplo, o donde el crédito de consumo es muy poco, te das cuenta cómo hace falta eso y cómo esto nos ha permitido vivir mejor y progresar. Y que para la gente que efectivamente cumple, que es la gran mayoría, los créditos son una tremenda herramienta para vivir mejor. Entonces, también hay que reconocer esa parte de la película

Fuente: Hub Sustentabilidad

NO, I GIORNI DELL’ARCOBALENO – IL CINEMA CILENO INAUGURA IL MIFF 2013

E’ stato l’acclamato “NO, i giorni dell’arcobaleno” del cileno Pablo Larrain, a inaugurare l’edizione 2013 del Film Festival Internazionale di Milano. La pellicola ambientata nel Cile del 1988, ricostruisce i giorni che, grazie alla campagna televisiva di un giovane pubblicitario anticonformista, portarono alla caduta del regime di Pinochet. Ai nostri microfoni il direttore del MIFF Andrea Galante ed Eugenio Garcia, il pubblicitario cileno impersonato nel film da uno straordinario Gael Garcia Bernal.

Fuente: Televisionet.tv

HOW CHILE’S AD MEN OUSTED PINOCHET: THE REAL LIFE STORY BEHIND NEW FILM ‘NO’

As the story of the advertising campaign which ended Pinochet’s brutal rule is told in a new film “NO”, Paul Kendall talks to the men who smashed a dictatorship.

On an August day in 1988, Eugenio García took a call that was to change his life. It was an executive from a rival advertising agency, a slick account man called Francisco Celedón whom García knew by reputation but had never spoken to. He had something he wanted to discuss.

As everybody in Chile knew, the president, Augusto Pinochet, had announced a referendum to be held on October 5. After 15 years of brutal dictatorship, in which an estimated 3,000 political opponents had been killed, another 3,000 had “disappeared” and about 10 times that number had been tortured, abused and raped by Pinochet’s secret police, Chileans were being asked for their opinion of the regime. The vote was going to be a straight choice: “yes” or “no” to eight more years of the Generalissimo.

Pinochet thought he had the vote sewn up. The vast majority of the country, he believed, were grateful to him for the firm action he had taken against the “enemies of the state” and supported his free-market economics, which had reversed years of decline. A devoted nation would flock to the polls to give their assent to his rule, handing him a new, improved mandate and silencing his critics, both at home and abroad. The opposition, such as it was, would be too disorganised to pose a serious threat.

But the president’s overconfidence had given his opponents a glimmer of hope. Proving he could be fair when he wanted to be, Pinochet had promised the “No” campaign (a ragtag group of 16 left and right-wing parties) 15 minutes of free television airtime every day during the campaign to put its case. Scheduled to go out late at night, the general didn’t think the programmes would make much impression on the voters. And, besides, the government controlled every other programme on television and had the rest of the day – as well as its own official 15-minute slot every night – to pump out its propaganda.

Celedón, a member of the Christian Democratic Party, knew instinctively the dictator had miscalculated. Television may not have played a big part in elections past in Chile, but a lot had changed in the intervening 18 years (since the 1970 election of Allende). The late-night slots were going to have a massive influence. And he wanted García to be the campaign’s creative director. “The fool doesn’t realise what he’s done,” said Celedón. “This is the chance we’ve been waiting for.”

The story of that campaign and how García and a small group of fellow advertising executives, the Mad Men of Eighties Chile, risked their lives to stand up against Pinochet and, employing all their advertising nous, inspired a nation to overthrow one of the world’s most repressive regimes, has now been dramatised in a new film, No, which opens in UK cinemas this week and is nominated for an Oscar for best foreign language film. For fans of a certain television series about advertising folk in Sixties New York, it’s a reminder that advertising can, sometimes, be used as a force for good rather than a psychological weapon to make people feel bad about themselves and buy things they don’t need. Its hero, played by Gael García Bernal (a composite of García and his colleague, José Manuel Salcedo), is no Don Draper.

But the success of the “No” campaign was far from a foregone conclusion. When García, then a 36-year-old creative, and harried father-of-five, who had made award-winning commercials for Sony and various Chilean confectionery brands, met Celedón to discuss their strategy for the first time, he was presented with research showing that large numbers of Chileans were too scared to vote “no”; either because they feared retribution from the regime or because they feared a return to the Marxism of Allende and all that entailed: strikes, spiralling inflation, queues for food.

What’s more, the “No” campaign didn’t have a candidate. It wasn’t like a normal general election, in which voters choose between a range of parties and party leaders; it was either “yes” to Pinochet or “no” to Pinochet.

“By its very nature, ‘no’ was a negative concept; it was very difficult to sell,” says García, now 60 and still living and working in Santiago. “‘No’ was not a person, not a candidate. It had no personality, no ethics, no aesthetics.” So García’s first job was to create a “product” which would have mass-market appeal. What message, his team asked themselves, would unite Chileans, both young and old? Something that would both reassure and fire up the voters? They tossed ideas around. There was a temptation, of course, to go with a hard-hitting campaign – featuring footage of executions, political arrests and police violence – to remind voters of Pinochet’s many crimes.

But the ad men knew that wouldn’t “sell”. However deep the hatred, you didn’t fight negativity with negativity. Instead they needed something upbeat and optimistic that would galvanise the nation; something hopeful to contrast with the fear and oppression of the ruling junta.

What we need to convey, García said, looking up at a deep blue sky, is the feeling you have when black clouds part and the sun finally breaks through. What is that word? And then he answered his own question: “La alegría!” Joy! That was the slogan: “Chile, la alegría ya viene” Chile, joy is coming.

“In Spanish, alegría is a collective feeling,” says García now. “It’s not just ‘happiness’, it conveys more of a carnival or party atmosphere. That was our philosophy. After years of polarisation, we all needed to live together in peace. We bet on the good nature of the ordinary Chilean; that they didn’t like violence, they didn’t like fear.” With the theme in place, García and Salcedo went into overdrive. Fifteen minutes of television every night for 27 nights was a lot of airtime to fill. Scripts had to be written, actors hired, sets designed. They also had to create a logo – a simple rainbow – and print flags, banners, posters and T-shirts.

Today, in the wake of Barack Obama’s 2008 “hope and change” campaign, García’s strategy may seem an obvious one. But García and his colleagues met stiff resistance from the “No” campaign’s politicians. In the year preceding the plebiscite, the number of reported kidnappings, instances of torture and politically related killings had reached its highest level in seven years. In one particularly ugly case a doctor had been dragged from his car by armed men who tied him to a tree, carved a swastika on his forehead and simulated an execution before ordering him to leave Chile.

So a campaign about “happiness”, featuring children smiling and dancing in the street, struck many as hopelessly lightweight and deeply disrespectful towards Pinochet’s victims. In the film (which was shot on old U-matic cameras to blend fictional scenes with footage of the original advertisements) a member of the opposition walks out after watching a screening of one of the political broadcasts. “This is a campaign to silence what has really happened,” he tells Bernal’s character.

García does not deny things got heated. “They expected something else,” he tells me. “They expected us to say that Pinochet was a criminal, and we did talk about his criminal activities, but we knew everything had to be infused with a strong sense of reconciliation. We didn’t want to kill Pinochet; we needed to reconstruct the spirit of the country.”

The first broadcast went out at 10.45pm on September 5. It began with the image of a painted rainbow and the word “No”, while a catchy song incorporating the campaign’s slogan played in the background. Then the camera focused on Patricio Bañados, who had been one of the country’s favourite news readers until he was blacklisted by the government. “Chile, joy is on its way,” he said. The theme song then struck up again and the screen was filled with images of Chileans showing their support for a “no” vote: a young man strolling down a country lane; a chef turning around to show a “no” emblem on his back; a taxi driver waving his finger back and forth in time with his windscreen wipers.

It might sound cheesy to us today, but this first broadcast made an explosive impact. Watched by millions, it electrified the nation and caught the Pinochet government completely off-guard. The “Yes” broadcast, in comparison, looked hopelessly old-fashioned, out-of-touch and downbeat. “The ‘Si’ campaign was terrible,” says García. One particularly thick-headed film featured a steamroller driving over a television, then a set of table lamps and then a baby’s pushchair to represent the supposed threat to people’s livelihoods posed by Pinochet’s opponents.

But if the “No” camp had the brains, the regime still had the brawn. In the month leading up to the referendum, Pinochet’s henchmen waged a frightening campaign of intimidation against the opposition. Farmers who had appeared in one of the “No” programmes were beaten up, a musician who appeared in another programme was fired from her job and Bañados lost the sponsor to one of his radio programmes. In her book about the Pinochet years, Soldiers in a Narrow Land, the South American journalist Mary Helen Spooner says Bañados also received a telephoned death threat. “You son of a bitch, I’m going to kill you,” the caller said. A few weeks later, Bañados was crossing a street when a man in a car tried to run him over.

“Many of us were intimidated and threatened during the campaign,” says García. “Phone calls, people were followed, cars in front of their houses, but we carried on. Once you’re at the party, you have to dOscars nominations 2013 in full ance.” No one working on the campaign slept much during that period, partly due to fear, partly adrenalin. But the decision of so many people to stand up publicly and oppose Pinochet, especially the actors in front of the cameras (none of whom would have worked in Chile again had the general won), inspired the nation.

On the day of the referendum, October 5, millions flocked to the polling stations. Men and women, many dressed in their Sunday “best”, queued patiently to vote, in some cases for several hours. Then they went home and waited for the result to be announced. García was at his ex-wife’s house.

“Everybody was asleep – my wife, my children. I wanted to be alone. And when the result was announced I cried in silence.” A total of 7.2 million votes had been cast – the highest number in Chilean history – with 3.96 million (54.7 per cent) voting “no” and 3.1 million (43 per cent) voting “yes”. It was a resounding victory for the opposition.

“The atmosphere in the country was incredible,” says García. “The next day, in La Alameda [the main street in Santiago], people were shaking hands and hugging policemen. There were rainbow T-shirts and flags everywhere. It was a carnival.” Grudgingly, but peacefully, the general handed over power in 1990 to a democratic civilian government, and eight years later, on a visit to Britain for a back operation, he was arrested and threatened with extradition to Spain on charges of multiple murder. To the eternal disappointment of the relatives of his victims, however, he never faced those charges; he died in 2006.

Two weeks after the referendum, García left advertising and now runs his own consultancy. It seems a strange decision after everything that had just happened. “I felt that chapter of my life had finished,” he says. “When you have achieved what we achieved, what other challenge is left?”

‘No’ is released on Friday

Fuente: The Telegraph

EUGENIO GARCIA, BEDENKER VAN DE NO-CAMPAGNE, OVER NO TOEN EN NU

De hoofdrol van Gael García Bernal in Pablo Larraíns NO is gebaseerd op reclameman Eugenio Garcia, die in ’88 de Chilenen met regenbogen en optimisme overhaalde tot een ‘NEE’ aan Pinochet. We spraken het brein achter de succescampagne op IFFR over die tijd, optimisme en een ziek volk.

Binnenslands zal Eugenio Garcia wel gewend zijn aan het heldendom: in 1988 bedacht hij de campagne die een meerderheid van het Chileense volk tegen dictator Pinochet deed stemmen. Sinds de release van NO wordt Garcia ook op filmfestivals langs bewonderende journalisten geloodst om zijn verhaal te doen. Het verhaal van een filosoof die als reclameman de kans kreeg de oppositie een stem te geven. Een kans die tot een loeispannende campagnetijd leidde en onderwerp is van het laatste deel van Pablo Larraíns Chili-trilogie: het Oscargenomineerde NO, met Gael García Bernal in de hoofdrol.

De idealistische reclameman is zijn taak nog niet beu: Garcia gaat met een brede glimlach zitten en rakelt eind jaren tachtig nog eens op. Zijn engels is houterig, maar hij zet bij elke hapering door om het juiste woord te vinden. Garcia, die tegenwoordig een concept-designbureau heeft, is trots op Chili, trots op de winst en trots dat zijn strijd een film waardig zou blijken.

Bang

Waar de NO-campagne ten tijde van het referendum elke dag 15 minuten zendtijd kreeg, hadden SI en Pinochet de jaren ervoor alle zendtijd tot hun beschikking. Het belangrijkste idee van de reclameman in NO (die in de film René Saveedra heet) is dat hij met positiviteit en regenbogen in reclametaal het volk over wil halen – iets dat in de communicatie van oppositie van toen volkomen nieuw was. Het idee komt bij Garcia vandaan.

Waarom geloofde je dat mensen eerder gemotiveerd zouden raken door optimisme dan door de waarheid?

‘Ik studeerde filosofie toentertijd, en er zijn zo veel manieren om de waarheid te begrijpen. We bedachten een propositie; de mensen in Chili waren bang. Allemaal. De Pinochet-supporters, omdat ze het communisme of marxisme vreesden, en de wraak die hen zou kunnen treffen als NO zou winnen. De oppositie was bang dat Pinochet spijt zou krijgen en terugkeren naar de martelingen. We hebben het over een maatschappij die ziek is van de angst. Met een ziek persoon kun je niet normaal spreken. Je moet met tederheid spreken, met optimisme over de toekomst. Als we op onze eigen gevoelens afgingen hadden we een campagne uit woede gemaakt, woede tegen de brutaliteiten van Pinochet. Maar zoals die wolk daar openbreekt (wijst naar buiten en lacht)… dát was volgens ons de correcte metafoor. Er waren vijftien jaar wolken geweest en we hadden zon nodig.’

Denkt u dat mensen eerder gemotiveerd raken door emotie dan door informatie?

‘Absoluut. Informatie vloeit weg, het gaat van mond tot mond. Mensen wisten wat er was gebeurd. We hoefden dat niet opnieuw te vertellen. We moesten een ethiek creëren, een esthetica voor de nieuwe wereld die er zou kunnen zijn als NO zou winnen. De campagne ging niet alleen om optimisme, niet over wraak of informatie, maar over die ethiek: iedereen samen, samenleven ondanks onze verschillen. En het bleek mogelijk. Onze wapens neer te leggen om te praten.’

Dus mensen handelden naar de belofte, in plaats van naar de onrechtvaardigheid?

‘Ja. Wanneer je de macht niet hebt is het onmogelijk om rechtvaardigheid te brengen. Mensen waren gemotiveerd door de belofte van vrijheid. Tijdens Pinochet was er geen vrijheid, voor niets.’

Waren er mensen die het u kwalijk namen dat u niets van de verschrikkingen wilde laten zien?

‘Aanvankelijk wel, ja. Maar de campagne werd al snel zo populair, dat op de tweede of derde dag, iedereen al merkte dat dit de mensen raakte. Op de eerste dag al sloeg het in als een bom: er waren vijftien jaren voorbijgegaan zonder een stem voor de oppositie.’

De campagne was gericht op de toekomst. Was u ooit bang dat de dingen die u voor die toekomst voorstelde, de ballerina’s, het paardrijden, de regenbogen, geen waarheid zouden worden?

‘Zeker wel. Maar we wisten wel dat het waarheid zou worden op het moment dat de regering het nieuws bracht dat NO gewonnen had. De campagne wakkerde een sentiment aan. Het was een gespleten land, dat al twintig jaar vocht voor Pinochet kwam. De juiste energie bestond slechts in de dromen van een aantal mensen.’

Concentreerde de SI-campagne zich meer op angst?

‘Ja. Onze campagne ging over onze gevoelens. Chili was altijd een democatisch land geweest. Onze oma’s spraken van ‘de democratie’. Wij waren goede mensen, Pinochet was de anomalie. Het hoorde niet in de traditie van Chili, niet in het gezonde verstand van de Chilenen. Daaraan herinnerden we mensen met onze campagne. Er straalde plezier van af, ja, maar de andere gevoelens zaten er ook in. In de film zie je een clip waar een politieagent een demonstrant slaat: dát is de ethiek van onze campagne. Het clipje zegt: deze man is Chileen, de politieagent ook. De een wil vrede, de ander ook. Het laat zien dat er met een redelijke oplossing een plek kan zijn voor iedereen. Pinochet-supporters of oppositie, iedereen zou kunnen meedoen. De echte campagne is gericht op democratie, niet enkel op het verslaan van Pinochet. We wilden een land van mogelijkheden zijn.’

‘Reclamemannetje’

In een typische reclameman zoek je misschien niet meteen een politiek activist. Wel in Eugenio Garcia en het op hem gebaseerde karakter René in NO: juist door Pinochet raakten linkse intellectuelen en opponenten van het regime op onverwachte plekken, bijvoorbeeld in de reclamebusiness, verzeild. Ook Eugenio Garcia zag zo zijn kans schoon zijn bijdrage te leveren aan de strijd.

Je maakte handig gebruik van de reclametaal, die wel tot de dictatuur doorgedrongen was.

‘Het idee van reclame is Amerikaans, zoals de filosofie Grieks is. Chili was dan wel geen democratie, economisch was het totaal liberaal. Pinochet opende de markt en verwoestte de nationale economie. Dat systeem hebben we gebruikt.’

Wat waren uw zorgen in de voorbereiding van de campagne?

‘Mijn grootste zorg was klanten te verliezen. Ik bezat het reclamebureau en al mijn klanten waren Pinochet-aanhangers. Mensen met grote bedrijven. De oppositie was niet geliefd in die wereld. Maar ik raakte niemand kwijt.’

Hoe kwam je als tegenstander van het regime in die wereld terecht?

‘Dat heeft te maken met mijn achtergrond. Ik was al tegenstander van Pinochet sinds de staking van ’73. Mijn familie was een aanhanger van Allendes regering en er was een lange traditie van linkse sympathieën in onze familie. Mijn zus werd verbannen naar Chili, zij was een activiste. Mijn vader en broer verloren hun banen toen Pinochet aan de macht kwam. Mijn vader werkte als advocaat bij een staatsbank en mijn broer als redacteur bij een nationale uitgever. Ze werden zó aan de kant geschoven. Mijn werk deed ik ook vanwege Pinochet. Veel mensen die geesteswetenschappen studeerden, kwamen nergens aan het werk. De universiteit was repressief, bestuurd door militaire kolonels. Alle mensen die daar vandaan kwamen gingen maar in de reclame aan de slag, als copywriters, filmmakers; die mensen maakten de NO-campagne.’

Deed je het ook voor je familie?

‘Zeker. Het was mijn beurt iets te doen tegen Pinochet. Ik kon mijn professionele kennis gebruiken om het te doen. Het was ook een eer, het was ontzettend spannend voor mij. Daarna heb ik mijn reclamebedrijf wel verkocht. Er zat geen uitdaging meer in.’

Voelde het nooit alsof je maar raadde naar de toekomst?

‘Ja, maar het is goed om te gokken. De campagne draaide om verandering, van het land en levens, ook het mijne. Als het fruit – ehm… hoe noem je dat? – rijp is, moet je oogsten. Ik studeerde filosofie in de franse traditie, en nu stond ik hier reclame te maken voor pasta!’

Toen en nu

In NO worden echte campagnebeelden en commercials uit ‘88 gecombineerd met nieuwe beelden. Niet voor niets koos regisseur Larraín ervoor zijn film op 3:4 te schieten op U-matic camera’s. Oud en nieuw lopen naadloos in elkaar over. Ook Garcia werd moeiteloos mee teruggenomen naar de eighties.

Ook de campagnebeelden van SI zijn echt.

‘Ja, dat zijn echte beelden, verschrikkelijk hè? (lacht) Maar ze konden ons niet kopiëren. De campagne reflecteerde de ethiek van de makers. De ethiek van de SI-campagne was door en door Pinochet.’

Hoe ervaart u de manier waarop de situatie van toen in de film wordt geschetst?

‘Ik denk dat de film het idee goed overbrengt. Voor mij is het heel emotioneel. Ik herinner me dingen die ik was vergeten. Je maakt een verhaal van elke periode dat je opslaat in je geheugen, met bepaalde coördinaten, een uitleg van dat moment. Maar als een andere man, uit een andere generatie, die geschiedenis ziet, zal hij het op een andere manier reconstrueren. Het is voor mij heel emotioneel het verhaal dat ik leefde op die nieuwe manier verteld te zien.’

Voelt het als een beetje rechtvaardigheid, deze film?

‘Ik verwacht geen rechtvaardigheid. Ik heb mijn werk gedaan. De film is een geschenk.’

Fuente: Cineville

EUGENIO GARCÍA, INSPIRADOR DEL NO A PINOCHET

El cine chileno está de enhorabuena. La película “No”, del director Pablo Larraín, ha sido la primera en la historia del país latinoamericano en ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera.

La cinta narra la historia de cómo se gestó la campaña televisiva del No en el plebiscito de Chile de 1988, y la importancia que tuvo para la caída del régimen de Augusto Pinochet y la instauración de la democracia en el país.

El personaje principal, interpretado por Gael García Bernal, está inspirado en la figura de Eugenio García, director creativo de aquella campaña. Con el mítico slogan de “Chile, la alegría ya viene”, García contribuyó junto a todo su equipo a rescatar del miedo a una sociedad atormentada por la brutalidad de la dictadura y a convencerla de que el cambio era posible.

El publicista está estos días por Holanda promocionando la película en el Festival Internacional de Rotterdam, y atendió a Radio Nederland para explicar cómo logró convencer a la oposición aglutinada en torno al No de que era mejor apelar a la “alegría” y no a torturados y desaparecidos durante la dictadura.

¿Cuál fue su primera reacción al ver la película?

Para mí fue una emoción muy grande. De esto hace ya 25 años y de pronto ver esta historia contada por otras personas, con su propio lenguaje, con su propia intención, realmente despierta un sentimiento fuerte. Me emocionó ver la película por primera vez.

El director, Pablo Larraín, insiste en que la película está basada en hechos reales pero que también hay una parte importante de ficción. ¿Hasta qué punto el film refleja la realidad de cómo fue el proceso creativo de la campaña?

Es una ficción, no repite los hechos tal cual. Sin embargo, los principales hitos del proceso creativo, del proceso de producción de la campaña, están en la película y están bien expresados. No se puede describir una historia tan compleja como esa, en la que trabajamos cientos de personas en distintas áreas, reduciéndola a uno o dos personajes que son los que llevan el peso de la historia. Pero a mi juicio es una gran interpretación de lo que allí ocurrió.

Y en su caso particular, ¿se ha visto reconocido en el personaje de Gael García Bernal, que está inspirado en usted fundamentalmente?

En parte sí, hay una forma de enfocar el trabajo parecida a la que yo viví. Y también ciertos hechos de la historia que me tocó vivir que aparecen narrados. Me parece que está muy bien representado, a pesar de que yo en mis palabras diría las cosas de otra manera o daría otros argumentos. Pero bueno, eso es parte de la libertad del director, de hacer lo que él crea fundamental.

La campaña fue decisiva para acabar con el régimen de Pinochet, ¿estamos en una sociedad en la que la imagen es más importante que las ideas o los hechos?

Me parece que sí fue decisiva. Especialmente, porque el gran problema que teníamos nosotros cuando empezamos esto es que la gente en Chile tenía miedo. Había un gran sentimiento de miedo en la gente que era partidaria de la dictadura de Pinochet, que temía la vuelta a un pasado oscuro y peligroso, o la venganza de los que habían sido torturados y perseguidos. Y también en los opositores, que temían que podía volver a caer la represión sobre ellos como había sido en los primeros años del régimen. Necesariamente teníamos que lidiar con esa complejidad. Y la campaña lo que hizo fue hablarle a la gente con las palabras adecuadas en ese momento, para que se atreviera a votar y a expresar su malestar con el régimen.

¿Y cómo convenció a la oposición política de que era mejor un mensaje de alegría en lugar de denunciar los crímenes de la dictadura?

Ahí tuvimos fortuna porque hubo gente que apoyó nuestra propuesta, así como otros encontraron que era frívola o liviana. Pienso que no era frívola ni liviana y, al ver la campaña en toda su complejidad, uno se da cuenta de que era una campaña muy dura. Lo que pasa es que muestra la brutalidad del régimen pero sin enseñar la herida, sino los sentimientos que provocó.

En la película, por ejemplo, hay una parte donde salen unas mujeres que bailan solas, que era un acto que realizaban las mujeres de detenidos o desaparecidos, que era real y nosotros lo filmamos. Y esa forma de expresar la brutalidad del régimen era a nuestro juicio mucho más decisiva y mucho más potente que mostrar la cantidad de muertos o la cantidad de desaparecidos. Eso tiene una gran fuerza emocional y fue lo que finalmente convenció a la gente de que sí, de que la gente debía tomar la palabra. Que tenía que votar y votar no a Pinochet.

Han pasado 25 años. Desde la perspectiva que da el tiempo, ¿ha llegado la “alegría” a Chile?

En ese momento llegó plenamente. Logramos sacar con los votos a un dictador que había entrado por la fuerza de los cañones y de las balas, y a base de represiones brutales. Ahora, las sociedades son complejas y tienen sus propios conflictos dramáticos a medida que avanzan. Y no creo que Chile sea hoy un país alegre, a pesar de que está mejor que otros. Tiene unos nuevos conflictos que ha de resolver ahora y que son distintos a los anteriores. Es evidente que nuestro país crece económicamente pero hay una gran desigualdad, y ese es un conflicto que hay que resolver.

Hablábamos de la importancia de la imagen, ¿cree que la realidad de Chile y de América Latina se corresponde con la imagen que se tiene en Europa?

Pienso que cuando uno está lejos de los países tiende a hacer reducciones de sus imágenes. Nosotros también tenemos una reducción de Europa. Somos pocos los que conocemos la complejidad de una nación y menos de un continente. El continente latinoamericano es enorme y tiene enormes diferencias entre un país y otro, incluso siendo vecinos. Tenemos diferencias culturales, económicas, étnicas, etcétera. Para poder vivir en un mundo tan complejo, con tanta información, necesariamente tenemos que hacer reducciones. Y las reducciones siempre son injustas y dejan fuera aspectos muy valiosos de todas las sociedades.

Fuente: El Toque

NO’ – Q&A WITH BERNAL AND GARCIA ONLINE NOW

‘No’ – Q&A With Bernal And Garcia Online Now
The recent live Q&A with Gael Garcia Bernal, in which he answered questions on his role in the Oscar-nominated NO, is now available to watch online.

Bernal was joined by Eugenio Garcia who worked on the original ‘No’ advertising campaign. The Q&A was be hosted by Amnesty International UK, whom Gael met with earlier in the week to discuss his support for their “NO To Impunity” campaign.

Last night, Gael and Eugenio spoke about the film and the ad campaign in an interview with Jon Snow on Channel 4 News. Snow praised the film and hailed Garcia as “the first advertising hero of all time”. Gael also spoke with Newsnight on the BBC about democracy and his involvement in the Oscar-nominated film.

NO will be released in cinemas across the UK and Ireland on 8th February. Click here for a complete list of cinemas showing the Academy Award-nominated film and here for details of the ‘Win Happiness!’ promotion.

Fuente: network