La película de Pablo Larraín, que tiene en su elenco a Gael García Bernal, Alfredo Castro, Luis Gnecco y Antonia Zegers, competirá por la estatuilla de la Academia el próximo 24 de febrero.
“Dedicar todo esto a los señores Eugenio García y José Manuel Salcedo. Ellos la hicieron, nosotros la repetimos”, señalo en su twitter Pablo Larraín (@pablofabula), director y gestor de la película chilena No, quien finalmente quedó entre las 5 que competirán por el Oscar al mejor filme extranjero.
Esta es la primera vez que una película chilena resulta nominada por la Academia y de esta forma, la historia que narra la campaña del plebiscito de 1988, deberá competir con Amour de Austria, Kon tiki de Noruega, War Witch de Canadá y A royal affair de Dinamarca.
La decisión de cuál filme se queda con la estatuilla a la mejor película extranjera será dada a conocer en la ceremonia oficial el próximo 24 de febrero.
Mientras, como dijo Larraín en conferencia de prensa tras conocer la noticia, “los ojos del mundo están puestos en el cine chileno”. “Me siento orgullo de formar parte de una generación de cineastas chilenos que están mostrando películas por todo el mundo”, aseguró el hijo del senador Hernán Larraín y la ex ministra de Vivienda Magdalena Matte.
Por su parte, el actor principal del filme, Gael García Bernal (Diarios de Motocicleta) señaló a través de twitter: “Gracias a todos por sus felicitaciones tan bonitas. Ando a oscuras todavía, saltando de la felicidad sin haber tomado café aún”.
Tanto él como Larraín, según informó el productor general de NO, Juan de Dios Larraín, viajarán la próxima semana a EEUU para promocionar la cinta y hacer el lobby que requiere una nominación como esta.
Asimismo, el filme estrenado en agosto en los cines de Santiago y que fue presentado en mayo el Cannes, donde el premio “Art Cinema Award”, será repuesto en salas a partir del jueves 17 de enero.
MÁS SOBRE LA PELÍCULA
Actores y personajes reales en una película que no es documental pero que retrata la historia tal como ocurrió en 1988, cuando la dictadura del general Augusto Pinochet se vio obligada, por la presión interna y externa, a convocar a un plebiscito para que la ciudadanía optará entre el Si y el No.
Estas últimas dos letras son las que le dan el nombre al filme de Pablo Larraín, porque relata muy bien como se organizó política y publicitariamente la franja electoral que durante 27 días intentaría convocar a los chilenos a las urnas y sacarles el miedo que se había entronizado en Chile.
Así, durante el desarrollo de la obra, siempre con un toque de humor y sarcasmo, aparecen todos los personajes de la fauna local de esos años, desde el hijo de exiliados (Gael García Bernal) que asume su compromiso a regañadientes hasta su esposa, de la cual está separado y que se la juega en la calle contra la dictadura (Antonia Zegers). En escena, además, los pragmáticos de ambos lados (representados magistralmente por Luis Gnecco y Alfredo Castro) y los revolucionarios, que tratan a todo el mundo de compañero y solo ven en el plebiscito una posibilidad de decir algo. Pero ninguna de ganarlo.
Entremezclando escenas recreadas con los pasajes de la misma franja y material audiovisual de la época, Larraín construye una historia tensa y emocionante, que atrapa a los que vivieron el momento y a las nuevas generaciones, deseosas de conocer lo ocurrido.
Superlativo es la utilización de los protagonistas de la época, como Patricio Bañados y Patricio Aylwin, quienes se representan asimismo; también el trabajo que desempeñan Jaime de Aguirre, Juan Enrique Forch y José Manuel Salcedo, hombres clave en la franja del NO que aparecen actuando en el lado de la dictadura.
Una película que dará que hablar y que, como dijo García Bernal en una de las tantas entrevistas que dio, mostrará al mundo como en Chile se derrotó a una dictadura feroz con un lápiz. Muy recomendable.
Fuente: El Periodista